La Música para mejorar en los estudios
«El sistema educativo que da mucha importancia a la música es un sistema de más calidad». Con esta sentencia resume la profesora Maria Andreu y Duran la principal conclusión de su tesis doctoral sobre El logro de las competencias básicas en alumnas de centros integrados de primaria y música . Esta investigadora del departamento de didáctica de la expresión musical, plástica y corporal de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha conseguido demostrar que las enseñanzas musicales en alumnas de primaria los ayudan a obtener mejores resultados y a lograr mejor las competencias básicas.
El estudio de Andreu compara la adquisición de competencias por parte de alumnas de primaria que van a centros ordinarios y la que logran los alumnos de escuelas integradas, que son aquellas donde la parte generalista del currículum ocupa el mínimo requerido por la administración y toda la parte de libre disposición del centro se dedica a las enseñanzas musicales. Sometidos a una misma prueba, el 91% de los niños que van a centros integrados de música y primaria superan la prueba, mientras que a los centros ordinarios sólo lo hace el 47,83%.
También con el extraescolar
Para asegurar los resultados, el estudio selecciona un grupo de alumnos de los dos tipos de centros que tienen contextos socioeconómicos y familiares idénticos, como son los padres con estudios y trabajos estables y acceso a internet en casa, por ejemplo. En este caso, el 50% de los alumnos que van a centros ordinarios supera la prueba, ante el 100% de los niños de centros integrados con el mismo entorno sociocultural.
Pero, además, entre los alumnos de centros ordinarios, los que hacen música como asignatura extraescolar también obtienen mejores resultados que sus compañeros, puesto que un 67% supera la prueba, a pesar de que todavía quedan por detrás de los alumnos de centros integrados. «La música estructura el cerebro. Este estudio demuestra que un tipo de enseñanza en que haya mucha presencia de la música mejora la formación de los alumnos como persona, como demuestran los bonos resultados desde el punto de vista competencial», explica la investigadora.
De hecho, de las ocho competencias básicas evaluadas en la prueba que la profesora ha hecho específicamente a los alumnos del estudio, en la que había más diferencia a favor de los alumnos de los centros integrados era la que evaluaba la «competencia en autonomía e iniciativa personal».
Formación integral
De hecho, según el secretario de la asociación Rosa Sensato, David Altimir, las enseñanzas musicales «no hacen que los niños sean más bonos en matemáticas, sino que los hace individuos más completos y enteros». Esta es una característica que comparten también otras aprendizajes del tipo artístico, como la plástica, la danza y el teatro. «La música, como el resto de lenguajes creativos, da a los niños otros instrumentos para entender el mundo y para expresarlo», señala Altimir.
En la misma línea, la autora de la tesis doctoral defiende que «la educación musical y la artística en general ayudan a la formación de la persona». «No podemos volver a un tipo de enseñanza que sólo da valor a las materias instrumentales como la lengua y las matemáticas«, alerta, en alusión a la reforma educativa que prepara el gobierno español.
Si bien es cierto que la mejora significativa de resultados, como concluye el estudio de la UAB, se produce cuando se integra la música de manera sustancial dentro del currículum, y no como una asignatura o una actividad extraescolar más, Andreu remarca que en todo caso «no estudiar nada de música sería nefasto».
En las escuelas integradas de música que se analizan al estudio, que son la escuela Oriol Martorell de Barcelona y la Escolania de Montserrat, los alumnos trabajan cada día con un instrumento musical, a primaria cómo si fuera una escuela de música (además del currículum general) y a secundaria cómo si fuera un conservatorio. «Tenga deberes o no, cada día el alumno tiene que dedicar un rato a tocar y esto genera unos hábitos de trabajo, responsabilidad y compromiso muy importantes en la educación. Si se trata de tocar en grupo o cantar en una coral, por ejemplo, aprenden a seguir unas pautas, logran unas habilidades sociales y otros muchos aspectos que se trabajan de manera natural», explica la profesora.